La aprobación reciente de una ley española que permite generar un hijo sano cuyas células sean compatibles con las de su hermano enfermo para poder curarlo mediante trasplante o donación reavivó la polémica. Recibido con general alborozo por parte de la ciencia y de la sociedad, pero rechazado por la Iglesia.
El Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla) ha logrado trasplantar con éxito sangre de cordón umbilical del primer bebé libre de una enfermedad genética hereditaria y compatible al cien por cien con su hermano.
Javier nació el pasado mes de octubre con la esperanza de poder dar una oportunidad a su hermano Andrés, de 7 años y afectado de beta-Talasmia mayor -una anemia congénita severa-. La esperanza de vida de los enfermos de este mal es de unos 35 años, pero ahora se ha conseguido con éxito que Andrés pueda superar su enfermedad.
La selección genética de un embrión que puede ser implantado en el útero materno mediante un tratamiento de fertilidad asistida puede llevarse a cabo utilizando el método de Diagnóstico Genético Preimplantatorio que permite descubrir anomalías genéticas de enfermedades congénitas, pero también transferir aquel embrión que sea histocompatible con el hijo enfermo y así poder contar con un donante que cure la afección y le salve al vida.
Ante la posibilidad de que una pareja que tuvo un hijo con alguna enfermedad hereditaria repita el problema en otro de sus hijos, el DGP puede ser una herramienta fundamental ya que el objetivo no es sólo lograr un embrión sano sino, además, que sea genéticamente compatible con el otro hijo enfermo de la misma pareja.
Distintas técnicas desarrolladas en los últimos tiempos permiten ayudar a un niño enfermo con Anemia de Fanconi, Síndrome De Wiscott-Aldrich, Talasemia, Leucemia y otras enfermedades, trayendo al mundo un hermanito que será HLA, compatible o histocompatible, ya que cuando este niño nace las células madre de su sangre de cordón servirá para salvar a su hermano enfermo. Esta aplicación del Diagnóstico Genético Preimplantatorio (DGP) es sólo otra de las varias ventajas de estudiar al embrión antes de la implantación.
Ahora bien, ¿qué son estas células madre?
Las células madre, son células que tienen características particulares: son indiferenciadas-no especializadas-, son células primitivas con la habilidad de multiplicarse y dividirse por períodos prolongados de tiempo y son potencialmente capaces de desarrollarse hasta generar distintos tipos de células del cuerpo humano. Aquellas que se encuentran en el cordón umbilical del bebé, además, son exactamente compatibles para el hijo (son propias), tienen también mayor probabilidad de ser compatibles entre los miembros de una familia porque son inmunológicamente inmaduras y toleran mejor los antígenos extraños en quienes deben recibir un trasplante. Entonces, inmediatamente después de que el bebé es separado del cordón se extrae con una jeringa la sangre que hay en su interior. Mediante un procedimiento se separan las células madre, se le añade una solución crioprotectora para que el frío no las destruya y la muestra se va enfriando progresivamente hasta alcanzar una temperatura de 196º bajo cero, dentro de unos tanques de nitrógeno líquido. Al momento de ser utilizadas se descongelan y se inyectan por vía intravenosa al paciente que lo necesite.
El procedimiento, entonces, se llevaría a cabo una vez detectado aquel embrión histocompatible y sano. El procedimiento exige, en primer lugar, estimular la producción de óvulos en la madre, para conseguir la mayor cantidad posible de óvulos que, una vez fecundados, se someterán a una selección genética: habrá que escoger los embriones que no padezcan alguna enfermedad genética y los sanos que sean histocompatibles con el hermano enfermo, para evitar un posible rechazo. Si bien algunos no serán sanos y detendrán naturalmente su evolución, los que fueran sanos pero no histocompatibles pueden congelarse para futuros tratamientos de esa misma pareja o pueden donarse a otra pareja que los necesitara. Depende de la decisión de la pareja en cuestión.
El Vaticano asegura que más casos como el de Javier "ponen en peligro a la humanidad"
El Vaticano ya ha lanzado una voz de alarma sobre el avance científico advirtiendo de que "los beneficios fáciles y la arrogancia de sustituir al Creador pueden poner en peligro a la humanidad". Son palabras del Papa Benedicto XVI, que en un discurso este jueves en Roma, señaló que la fe "no teme" al progreso de la ciencia y los desarrollos a los que conducen sus conquistas "cuando tiene como fin el hombre y su bienestar y el progreso de la humanidad" y precisó que "no es el árbol de la ciencia el que mata, sino la desobediencia".
El Pontífice añadió que la ciencia "no está capacitada" para establecer principios éticos. "Ella sólo puede aceptarlos en sí y reconocerlos como necesarios para erradicar sus eventuales patologías. La filosofía y la teología sirven en ese momento como ayuda indispensable para evitar que la ciencia proceda en solitario por un camino tortuoso, lleno de imprevistos y de riesgos", señaló Benedicto XVI.
13/3/09
Bebes-Medicamento
Etiquetas:
Actualidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario