27/1/09

Antes de la tormenta...

Las artes tradicionales siempre cuentan con una serie de obras representativas de cada área, que trascienden gustos personales o escuelas estilísticas. Ejemplos pueden ser La Gioconda en pintura, la 9ª Sinfonía en música o El Quijote en literatura. Incluso el cine tiene su Ciudadano Kane, pero, ¿que ocurre con el cómic, el arte secuencial?. El arte del comic aún no posee mitos, siendo casi tan antiguo como el propio cine. Las razones, que pueden ser por su escasa formalización, su heterogeneidad o su nefasta imagen popular, son digna de un estudio profundo, que no tiene lugar aquí.
Sin embargo, si fuésemos a buscar una obra que, en mayor o menor medida, sea clasificada como genial por cualquier crítico que la conozca, ya sea un fanático del cómic norteamericano, europeo u oriental, ésta podría ser Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, publicado a mediados de los 80 por la editorial DC Comics.
Watchmen es una historia sobre superhéroes, y se basa en ellos para retratar, analizar y criticar sin piedad la sociedad occidental contemporánea, e incluso el sistema político-social en el que se circunscribe. Watchmen, en sí mismo, no es más que un tebeo, con sus viñetas y sus bocadillos, pero también es una joya irrepetible e imperecedera, como cualquier clásico literario. 

Del 1 al 7

Del 8 al 12

Nos vemos.

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